sábado, 4 de junio de 2011

Ni tal mala como me gustaría ni tan buena como debiera..

Cuando mi vida se estabiliza y los ataques externos dejan de hacer temblar los cimientos de mi seguridad, todo se da vuelta. Llega entonces el peligroso viento del adentro, la absurda conciencia de las cosas que no hice, de los besos que no dí, de los amigos que no conservé y de los futuros que deseché Si mi vida fuera otra soñaría con tener esta, pero es esta y no puedo evitar soñar, aunque sólo sean unos minutos al día, con otra Y sueño con grandes viajes, con aventuras transoceánicas, con un yo que poco tiene que ver conmigo o con pequeñas aldeas, rodeada de una cotidianidad adorable, sueño con todo lo que una vez tuve a mi alcance y rechacé ( quizás por comodidad y pereza, quizás porque era lo que quería en aquel momento) por tener lo que tengo. A veces me salgo de mi para verme desde arriba, y siempre tengo la sensación de nadar entre dos aguas de no ser ni tal mala como me gustaría ni tan buena como debiera. A veces, solo a veces, me doy cuenta de que solo hay una vida, de que todo lo que no haga no será, pero no sé, quizás sólo son las jodidas hormonas, o el frío a las puertas del invierno.

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